Los desengrasantes han sido elaborados para eliminar la suciedad y la grasa presente que pueda dificultar las actividades cotidianas de un motor. Y es que es de sumo cuidado evitar que éstas se acumulen dentro de las piezas porque pueden ocasionar un sobrecalentamiento, fallas, e incluso, acortar la vida útil del mismo.
Y es que entre las principales funciones del desengrasante está su capacidad de ayudar al mantenimiento del motor. Esto gracias a que no afecta a los componentes eléctricos del mismo, por lo que es seguro su utilización en cualquier superficie de las piezas. Al mismo tiempo, elimina grasa acumulada en las mangueras y repele el polvo con una capa protectora antiestática.
Estos desengrasantes pueden ser formulados mediante sustancias naturales y artificiales, con el propósito de remover los aceites y grasas mediante reacciones químicas. Algunos, están elaborados con una fórmula a base de disolvente que facilita la limpieza de aceites y grasas debido a la acción química del mismo. No obstante, también existen los desengrasantes con una fórmula alcalina a base de agua, que genera un proceso emulsionante, de tal manera que las moléculas del desengrasante a base de agua actúan sobre las moléculas de aceite o grasa, provocando que se desprendan fácilmente de la superficie.
Su utilización es muy común pues sirve como un poderoso y rápido removedor de costras orgánicas de aceite, grasa, lodo, y carbón. Como también, es ideal para la limpieza de cadenas, rodamientos y en general todos los componentes mecánicos qué después de una limpieza inspección, pueden quedar expuestos a la oxidación.