Aceite dieléctrico

Los aceites dieléctricos son lubricantes que tienen propiedades que transmiten y aíslan la electricidad; por lo que resultan funcionales en tipos de maquinaria que tienen una capacidad de alto voltaje, tales como: balastros de lámparas fluorescentes, transformadores llenos de aceite, condensadores de alto voltaje, interruptores automáticos y de circuito. Estos lubricantes están hechos con bases minerales que, gracias a sus propiedades químicas y que están elaborados con aceites básicos hidrogenados, tienen una alta resistencia al paso de la corriente eléctrica y la oxidación. A su vez, adquieren una buena propiedad refrigerante debido a su baja viscosidad, que facilita la transferencia del calor generado por la maquinaria.

Como todo instrumento que se utiliza constantemente, es necesario realizar un cambio de lubricante como parte del mantenimiento que se le da a la maquinaria para minimizar los daños y para que no se genere un corto circuito; sobre todo, en las bóvedas de un transformador o condensador de alto voltaje donde existe una gran carga eléctrica. Y es que, durante los incrementos del voltaje, la temperatura de las bobinas de los transformadores aumenta constantemente, por lo que el lubricante para transformador y condensadores logra una función anticongelante pues reduce la temperatura y permite un funcionamiento adecuado; dentro del rango necesario para que no haya daños.

Del mismo modo, tiene una alta estabilidad a la oxidación. Ya que sus compuestos han sido desarrollados para ofrecer una buena resistencia a la degradación; este grado también proporciona una buena estabilidad de oxidación para una vida útil mejorada del transformador y un mantenimiento mínimo.

Aceite aditivo

Los aceites lubricantes tienen dos funciones: lubricar las piezas móviles para reducir la fricción en los motores, y eliminar elementos que puedan causar corrosión u óxido dentro del mismo. Por su parte, los aditivos son sustancias que mejoran y maximizan los beneficios de los aceites lubricantes. Cada cierto tiempo, los lubricantes requieren de ayuda para realizar estas tareas, y es ahí cuándo los aditivos para aceite resultan útiles, pues extienden los límites propios del lubricante.

Los aditivos contienen elementos detergentes que contribuyen a disolver las acumulaciones de lodo y suciedad en el motor que suele provocar el uso cotidiano. También, protegen las piezas metálicas de la corrosión y el desgaste, como lo hace un aceite lubricante base, pero en un grado mayor. A su vez, tienen componentes que adhieren una capa de lubricante y aditivo sobre las piezas. Y es que utilizar un aditivo, complementará los beneficios del lubricante base y, por supuesto, del motor; además de proveer muchos otros beneficios.

Desde cajas de engranajes a mecanismos de transmisión, los aceites aditivos mejoran la eficiencia operativa de la maquinaria en la que es utilizada: alargando la vida del motor, minimizando su desgaste, ayudando en el ahorro de aceites base y menguando el ruido que pueda estar haciendo por su uso diario. Y es que, debido al avance tecnológico en la industria automotriz, algunos aditivos se encuentren dentro de la fórmula del lubricante que ya está usando el motor, que servirá perfectamente en caso de que se opere en condiciones normales.

Lubricación automotriz

Los lubricantes de motor son aceites hechos a base de un aceite base y un aditivo que engrasan al motor y ayudan a reducir la fricción del mismo. No obstante, estos lubricantes hacen mucho más que sólo engrasar, pues son los responsables de proteger el motor contra el desgaste por su uso constante; además, mejora su rendimiento, brindando una protección completa a todas las piezas móviles.

Y es que las piezas internas del motor también pueden estar sujetas a oxidación y corrosión por diversos factores. Por lo que un buen lubricante automotriz puede ayudar a la inhibición del óxido y la corrosión de sus superficies metálicas. Asimismo, un adecuado índice de viscosidad es esencial para verificar la calidad del lubricante. El índice de viscosidad mide la capacidad de un aceite de resistir cambios al presentar variaciones de temperatura. Por lo tanto, mientras más alta sea la viscosidad del aceite, mayor recubrimiento y protección brindará contra el desgaste de las piezas del motor.

Entre los principales beneficios de usar un buen lubricante automotriz están: separar y lubricar las partes móviles, reducir el desgaste de las piezas, aumentar su tiempo de vida, ayudar a evitar que se formen depósitos en las piezas internas, quitar y mantener suspendidos en el aceite la suciedad y los contaminantes que se dan por el uso constante, incrementar el ahorro de combustible, regularizar la temperatura del motor, proporcionar protección durante su tiempo de uso, realizar funciones hidráulicas en la sincronización variable de válvulas, ayudar a proteger el sistema de emisiones.

Aceites para aflojar

Los aceites para aflojar, o, comúnmente llamados, lubricantes aflojatodo, son aceites que penetran hondamente en las piezas para liberarlas. Además, contienen propiedades de limpieza que lubrican, limpian y extraen la suciedad presente en estas. También es perfecto para eliminar grasa, suciedad incrustada y otras marcas en la mayoría de las superficies. Y es que una constante y adecuada utilización de este lubricante, ayudará a reducir el desgaste y los costes de mantenimiento en herramientas y maquinarias.

Su capacidad de penetrar en zonas de difícil acceso, le permite liberar piezas metálicas que han sido bloqueadas por el óxido, la corrosión, grasa o incluso la suciedad. Del mismo modo, sus cualidades permiten el desmontaje de piezas metálicas, ensamblajes, bisagras, cerraduras, etc. Aunque su utilización se dé mayoritariamente en tuercas y tornillos que se encuentran oxidados por el paso del tiempo; protegiendo las superficies de metal con ingredientes resistentes a la corrosión que formarán un escudo contra la humedad y otros agentes que motivan la oxidación.

Al ser capaz de ablandar el óxido, permite limpiar superficies con tan solo un poco de fricción, devolviendo a las piezas su aspecto, funcionalidad y rendimiento original. Y es que, para poder penetrar eficazmente a través de zonas estrechas, el producto deberá tener una viscosidad baja, para que las partículas líquidas puedan moverse libremente y avancen por los espacios más estrechos; aflojando la unión del metal con el óxido y desbloqueando las piezas de metal atascadas, congeladas u oxidadas. A su vez, este lubricante también disolverá los adhesivos, permitiendo retirar fácilmente etiquetas y cinta adhesiva.

Fueóleos

Origen de la palabra: Calco del inglés fuel oil (V.) en el que oil es adaptado como óleo, por analogía con gasóleo.

Son productos residuales de la destilación del petróleo. Pueden proceder de una única etapa del proceso de refino, aunque normalmente se obtienen por mezclas de productos procedentes de distintas partes del proceso. Son sistemas heterogéneos (contienen emulsiones de aire-agua, impurezas, hidrocarburos en forma sólida, etc.).

Son los combustibles prioritariamente utilizados en la industria.

Constituyen aproximadamente un 11% de los productos petroleros.

Es altamente viscoso por lo que debe ser precalentado para ser bombeado. Esto limita su utilidad a grandes calderas, incluidas las usadas en barcos.

Se emplean como aceites combustibles los residuales de la destilación general y los residuales y destilados pesados del craqueo, aunque nada impide que se utilicen destilados más ligeros, como el gasóleo. Muchas veces los fuelóleos son productos de mezcla resultantes de reunir las fracciones más diversas que no tienen otro destino en la refinería.

Son de tres tipos:
• El fuelóleo nº 2: lo utilizan los grandes consumidores, fundamentalmente centrales térmicas y cementeras.
• El fuelóleo nº 1: se emplea en las restantes industrias. Tiene menor índice de azufre.
• El fuelóleo BIA: es un fuelóleo de mayor calidad; el porcentaje máximo de contenido de azufre es de un 1%

Otras propiedades:
– Poder calorífico = 10000 kcal/kg
– zufre = 2,7% (nº1) y 3,6% (nº2)
– Máxima Viscosidad = 20ºE (nº1) y 50ºE (nº2), aproximadamente 2,7*10^-6 m^2/s.
– Punto de inflamación = 70ºC mín. Densidad aprox. 0,95 kg/dm3.
– Poder calorífico de los fuelóleos: Hcs = 42200 kJ/kg (superior) ; Hci = 40500 kJ/kg (inferior)

Aparato Pensky-Martens

El Medidor Automático de Punto de Inflamación por Método Pensky-Martens Copa Cerrada determina de forma exacta el punto de inflamación de combustibles, aceites lubricantes y líquidos homogéneos (ASTM D93A) y de líquidos que contienen sólidos suspendidos así como de líquidos que tienden a formar una capa en la superficie al ser sometidos a las condiciones del método (ASTM D93 B). Las pruebas de punto de inflamación se ejecutan simplemente contando la copa de muestra llena hasta la marca en la posición de prueba y seleccionando uno de los programas grabados en el equipo.

Si se desconoce el punto de inflamación esperado, es posible correr en modo de búsqueda rápida haciendo que el equipo encuentre un valor aproximado para efectuar corridas posteriores tomando como punto esperado este valor hallado. Las rutinas de automatización permiten la obtención de valores exactos incluso a usuarios sin mucha experiencia en análisis de punto de inflamación.

El controlador automático de copa-cerrada Pensky-Martens mide el punto de inflamación a la temperatura más baja en la que la aplicación de una fuente de ignición provoca que los vapores de una muestra se prendan.

El aparato es apropiado para aplicaciones de inflamabilidad tanto en biodiésel como en combustibles mezclados con biodiésel; junto con combustibles destilados como diésel, aceite calefacción y queroseno. Se utiliza asimismo para otros líquidos potencialmente inflamables.

ASTM D92 – 18 Método para determinación del punto de inflamación y de combustión

La prueba ASTM D92 tanto su versión 18 y 6b sirve para evaluar los lubricantes y medir su desempeño.

La temperatura del punto de inflamación es una medida de la tendencia del espécimen para formar una mezcla inflamable con aire bajo condiciones de laboratorio controladas. Es solo una de diversas propiedades que se deberían tomar en cuenta a la hora de evaluar el grado de riesgo de inflamabilidad general que presenta un material.

El punto de inflamación se utiliza en las normativas sobre transporte y seguridad para definir a los materiales inflamables y combustibles.

El punto de inflamación puede indicar la posible presencia de materiales muy volátiles e inflamables en un material relativamente no volátil y no inflamable. Por ejemplo, un punto de inflamación anormalmente bajo en un espécimen de prueba de un aceite de motor puede indicar una contaminación con gasolina.

Este método de prueba ASTM D90 se debe utilizar para medir y describir las propiedades de materiales, productos o ensamblajes en respuesta al calor y al fuego bajo condiciones de laboratorio controladas; no se debe utilizar para describir o evaluar el peligro o riesgo de incendio de materiales, productos o ensamblajes en condiciones reales de presencia de fuego. Sin embargo, los resultados de este método de prueba se pueden utilizar como elementos para evaluar el peligro de incendio tomando en cuenta todos los factores que sean pertinentes para una evaluación del peligro de incendio de una aplicación final en particular.

El punto de combustión es una medida de la tendencia del espécimen a admitir la combustión.


El método de prueba ASTM D90 describe la determinación del punto de inflamación y el punto de combustión de los productos derivados del petróleo mediante un aparato Cleveland manual de vaso abierto o un aparato Cleveland automatizado de vaso abierto.

El método de prueba ASTM D90 es aplicable a todos los productos derivados del petróleo con puntos de inflamación por encima de 79 °C (175 °F) y por debajo de 400 °C (752 °F) excepto los fuelóleos.

Para la determinación de los puntos de inflamación de los fuelóleos, utilice el Método de prueba D93.

Fuente: https://www.astm.org/Standards/D92-SP.htm

Lubricantes

La definición RAE de «lubricante» según el Diccionario de la lengua española: adj. Dicho de una sustancia: Que lubrica. Usado también como sustantivo.

Un lubricante es una sustancia sólida, líquida o gaseosa de origen animal, vegetal, mineral y sintético que se interpone entre dos superficies, (una de las cuales o ambas se encuentran en movimiento), a fin de disminuir la fricción y el desgaste y está formado por una base lubricante.

Los aceites y grasas, se definen como un lubricante.

La diferencia principal entre una grasa y un aceite es por su estado físico a temperatura ambiente entre 10 oC a 38 oC . Los aceites son totalmente líquidos mientras que las grasas tiene consistencia más sólida.