Grasas para rieles ferroviarios

Las grasas que se utilizan en rieles necesitan de aditivos que le permitan resistir a las necesidades que el trabajo exige. Desde luego, una óptima resistencia a la oxidación es esencial para darle una lubricación prolongada a las piezas fijas y rodantes de los rieles; por lo que una baja coeficiencia de fricción es necesaria para limitar el desgaste de sus mecanismos. Los sistemas de lubricación ferroviarios que se aplican de manera eficaz lograrán un volumen constante y controlado del lubricante al riel. Y es que sus poderes adherentes mantienen la grasa en su lugar, lo que permite que las ruedas no chirríen y puedan trabajar con normalidad.

            Este lubricante suele rendir en todo tipo de temperaturas y en todas las latitudes, pues tiene una buena adherencia a las superficies y una excelente resistencia a la expulsión. Los aditivos presentes en el lubricante mejoran su resistencia ante los rayos UV que degradan las piezas de los rieles. Del mismo modo, es ideal que otras sustancias, tales como: barro, agua, polvo no inhiban su poder lubricante; y que ayuden a mantener el desgaste y la presión extrema para resistir la carga y los golpes.

            Y es que una buena utilización es esencial para proteger el equipo de todo fenómeno climático; a su vez, que aumenta la rentabilidad de la maquinaria al reducir el costo general de mantenimiento. Por lo tanto, al distribuir cantidades precisas de lubricante directamente a la interfaz rueda/riel, los sistemas de lubricación proporcionan beneficios importantes en términos de reducción del ruido, del desgaste y del consumo de energía.

Grasas para engranajes

Las grasas para engranajes se caracterizan por tener una consistencia sólida y semisólida que facilita el ingreso del lubricante en las piezas móviles de la maquinaria. Estas grasas suelen ser utilizadas en motores de equipo pesado pues tienen un mecanismo complejo y móvil que está en constante circulación; es por esto que la utilización de un buen lubricante para engranajes permite brindar una mayor potencia en los movimientos giratorios de la maquinaria. Del mismo modo, evita los problemas de fricción, desgaste, acumulación de desechos, desgaste de los dientes del engranaje y las altas y bajas temperaturas.

El lubricante está compuesto con aditivos especiales que generan un efecto antiespumante y recubren las piezas para protegerlas contra la corrosión. Así mismo, cuenta con propiedades antioxidantes, antidesgaste y antiherrumbre; que son recomendables para equipos pesados que trabajan a muy altas temperaturas y con una baja carga. Esto ayuda a alargar el tiempo de vida de las piezas, y no estar cambiándose constantemente. También es común utilizarse en engranajes de bajas velocidades o en aquellos que tienen una operación intermitente ya que la grasa mantiene la lubricación entre los dientes del engranaje, aunque éste no se encuentre girando.

Estas grasas suelen elaborarse con una mezcla de aceite mineral y ácidos grasos, que lo hace tener un elevado nivel de adhesión. Del mismo modo, se utilizan en engranajes con acción de deslizamiento alto; así como también, en engranajes que estén elaborados con metales blandos o bronce, que permiten aumentar todas las ventajas sobre las piezas.

Grasas para Rodamientos, Chumaceras y Chasis

Los lubricantes especialmente diseñados para rodamientos, chumaceras y chasis son grasas que tienen una buena resistencia al choque debido a las condiciones donde operan. Y es que, gracias a los aditivos presentes en el lubricante pueden soportar altas presiones y cargas extremas que facilitan la movilidad de las piezas durante el trabajo. Es necesario que la grasa resista a la fricción constante que se genera por la alta velocidad de las piezas durante su funcionamiento, por lo que el lubricante debe tener una alta versatilidad y un alto rendimiento en condiciones extremas.

Es una característica de estos lubricantes tener una defensa contra contaminaciones por fluidos ambientales o material propio de cada industria usado en su producción. Del mismo modo, este lubricante no tiene punto de goteo, lo que facilita su uso y lo protege contra el agua u otras sustancias que motivan la corrosión en la maquinaria. Y, como todo lubricante, logra proteger las piezas contra el desgaste, las cargas de impacto y tiene una peculiar resistencia a contaminantes del ambiente como polvo, humedad, etc. A su vez, los aditivos complementan la capacidad lubricadora del aceite base y mejoran sus características; dándole protección anti desgaste y una prevención especial contra la herrumbre.

Del mismo modo, debido al uso de este tipo de piezas en industrias alimenticias o farmacéuticas, contiene características de no toxicidad, que le da un color transparente y una textura cremosa. Y que la convierte en una grasa ideal para aplicaciones dónde podría haber riesgo de contacto con la piel del operario.

Grasas para Bujes, Cables y Cadenas

Las grasas que se utilizan en bujes, cables, cadenas, o cualquier otro tipo de mecanismos, deben ser lubricantes que tengan una gran resistencia al agua y a la corrosión. Y es que estas grasas son especialmente desarrolladas para mecanismos abiertos; que resisten cualquier condición atmosférica y se mantiene fija donde ingresa el viento, la lluvia, el sol, la nieve, el hielo, el polvo o cualquier otro tipo de fenómeno climático. Pues gracias a su gran versatilidad y alto rendimiento, puede operar en condiciones extremas de trabajo.  

Los aditivos del lubricante lo ayudan a resistir la presión que causan las grandes maquinarias. Además, puede operar en un alto y bajo rango de temperaturas. Del mismo modo, contiene la contaminación por lodo, agua, tierra, carbón y concreto: condiciones que aumentan la fricción, provocando un desgaste inminente en estas piezas; generando cambios de repuestos antes de tiempo y haciendo poco rentable el trabajo. Y es que una buena grasa lubricadora se caracteriza por una estabilidad mecánica excepcional, un alto punto de goteo, un gran rendimiento de carga, desgaste reducido, una excelente resistencia al agua y a la corrosión, etc.

Esta grasa ayuda a alargar el tiempo de vida de bujes, cadenas y cables metálicos que se utilizan hoy en día en la industria marítima y fluvial. Pues su poder aditivo resiste el contacto directo con agua: ya sea sumergible en mar o rio. Este tipo de grasas especiales proporciona una excelente lubricación para una amplia gama de maquinaria industrial, por lo que es cada vez más utilizado con éxito.  

Grasas para Herramientas de Corte

Las grasas que se utilizan para herramientas de corte son lubricantes usados en industrias procesadoras de alimentos, medicamentos y textiles. Es decir, industrias donde las maquinarias y herramientas pueden estar en contacto con el producto. Estas grasas lubricadoras son ideales porque contienen aditivos de no toxicidad, ideales para las herramientas que se utilizan en este tipo de industrias y que están en constante contacto con el producto; y es que los aditivos presentes en este lubricante también generan una protección extra ante la presencia de bacterias y hongos.

         Del mismo modo, los aditivos con los que está compuesto lo protegen contra el desgaste por las altas y bajas temperaturas, alargando la vida de las herramientas incluso ante la exposición de las altas presiones ejercidas en el trabajo. A su vez, posee un compuesto en sus aditivos que son anticorrosión, y que protege las piezas móviles e inertes contra el óxido y la exposición al agua y la humedad.         Y es que esta grasa también contiene aditivos que lo hace resistente a aguas saladas y dulces, lo que provoca una acción diluyente ante la presencia de la misma. Así mismo, tiene una resistencia al lavado pues resiste el desplazamiento ante un choque directo del agua sobre la superficie engrasada. En síntesis, la utilización de esta grasa puede ser muy beneficiosa para reducir el riesgo de contaminación, así como mejorar las condiciones generales de lubricación de las herramientas.

Grasas para Lubricantes Centralizados

Así como los aceites, las grasas se utilizan como lubricantes para reducir el desgaste y la fricción mecánica originada por la utilización continua. Estas grasas tienen un gran poder lubricante pues forman una película sustancial que recorre los principales puntos de lubricación, evitando así el contacto directo en los cojinetes y superficies en movimiento. Y es que, al tener la capacidad de penetrar en la mayor cantidad de puntos de apoyo, evitan la entrada de partículas de suciedad que, generalmente, lleva a fallos del sistema de lubricación y a la destrucción de puntos de fricción. Y es que, en comparación con los aceites, las grasas tienen la ventaja de que no se produzca goteo del lubricante.

Del mismo modo, su acción repelente contra el agua evita la corrosión que puede generarse por la intromisión de ésta. Y es que la fricción y el desgaste se encuentran siempre presentes en los sistemas y las máquinas. Por lo tanto, el rozamiento de las piezas logra una pérdida de energía mecánica que es perjudicial para el mecanismo, y que se transforma en un calentamiento de las piezas que estén en contacto; ocasionando desgaste y deformaciones.

Es por esto que, los lubricantes centralizados tienen un principio de funcionamiento que consiste en utilizar una bomba para repartir grasa o aceite desde un depósito central hacia los puntos de lubricación de forma automática. Este sistema logra perfectamente que las cantidades de grasa o aceite especificas lubriquen a toda la maquinaria. Por lo tanto, se incrementa considerablemente la vida de servicio de los elementos de la máquina y a su vez se reduce el consumo de lubricante.

Grasas para piñoneria

Las grasas que se utilizan en piñoneria se caracterizan por tener una excelente lubricación, una buena resistencia al agua y por tener una capacidad para soportar altas presiones. Ya sea que se utilicen en engranajes de alta o baja velocidad, éstas tendrán un funcionamiento óptimo debido a su consistencia sólida o semisólida. Del mismo modo, es importante la utilización de grasas en las maquinarias industriales pues permite una mayor lubricación entre los dientes del engranaje. Y es que una maquinaría que utilice frecuentemente una grasa que lubrique sus piezas, se caracterizará por una estabilidad mecánica excepcional, un alto punto de goteo, un gran rendimiento de carga, desgaste reducido, y una resistencia a la corrosión.

Dentro de su fabricación, las grasas suelen hacerse con tres componentes principales: aceite base, aceite espesante y los aditivos. Las grasas para piñonería son aceites pensados para engranajes industriales; sobre todo, en engranajes de tipo hipoides, que son máquinas que tienen muchos dientes en las ruedas y que trabajan junto a piñones de pocos dientes. Y es que la grasa despliega una película líquida hidrodinámica entre las zonas del engranaje. Esta capa altamente micronizada proporciona una mínima fricción para los dientes de piñones y engranajes y la protege en condiciones de cargas extremas.

La principal preocupación al seleccionar la grasa debe ser que todos los componentes y la grasa misma estén alineados con los requerimientos de la máquina. Una vez balanceados los requisitos, puede estar seguro de haber seleccionado el lubricante óptimo para la aplicación.

Aceites para guías, cadenas y bujes

El desgaste por el uso constante de las guías, el buje y las cadenas requieren el uso de un lubricante que se adapte a sus necesidades. Y es que estos lubricantes se caracterizan por tener una serie de aditivos de presión extrema que se ajustan correctamente a las ruedas dentadas para que exista una sincronización correcta. Proporcionando una protección excepcional e incrementando significativamente la vida útil de las piezas.

Por su parte, los lubricantes especialmente pensados para guías, tienen una serie de compuestos que son especiales pues están pensados para guías de todo tipo: horizontales y verticales. Y que servirán para engranar productos industriales en general. Es por esto que la principal cualidad de este tipo de aceites es evitar las salpicaduras, lo que hace el trabajo más limpio y seguro. Para ello, esta gama deberá llevar incorporada unos aditivos que le dotan de más adherencia y presión para que puedan funcionar debidamente en estas piezas.

Del mismo modo, loslubricantes para cadenas deben ser de una alta calidad para que logre penetrar entre el espacio libre de la cadena y los casquillos para proporcionar una lubricación eficaz, teniendo en cuenta que el nivel de adherencia y de trabajo necesario no es tan elevado como el que se utiliza para las guías. Ya que estos aceites han sido pensados para el ámbito industrial, deberán trabajar en superficies de altas temperaturas. Por lo que deberán lograr una rápida penetración sin dejar residuos pegajosos. Así mismo, no deberán acumular polvo ni suciedad en las cadenas para que su vida útil pueda alargarse.

Aceites para herramientas neumáticas

Los lubricantes para herramientas neumáticas son elaborados a través de una combinación de aceites con una serie de aditivos especiales que permiten una especial lubricación y protección de los sistemas y herramientas neumáticas. Del mismo modo, tiene una alta capacidad de protección ante los distintos agentes de corrosión y oxidación. Y es que sus aditivos permiten que sus cualidades anti desgaste lubriquen y extiendan la vida útil de sus compuestos móviles, tales como: sellos, engranajes, mangueras, etc.

Así mismo, la formulación de sus componentes posee una gran estabilidad térmica, por lo que funciona como un eficaz termorregulador que contiene cualidades antiespumantes y antioxidantes. Es importante mencionar que estos lubricantes funcionan generando una película de aceite muy resistente en su aplicación, lo que lo vuelve ideal en sistemas neumáticos.

A su vez, los lubricantes que son utilizados en máquinas que funcionan con aire requieren que sea de una alta calidad, de lo contrario, las impurezas presentes podrían causar daños a las partes internas; consecuencia de esto, cada vez cobra más importancia el conseguir un mayor grado de pureza en el aire comprimido. Y es que las principales funciones de estos lubricantes radican en ser reguladores de presión, y, al mismo tiempo, que sirvan para lubricar los elementos neumáticos en un grado adecuado para su utilización. Esto con el objetivo de prevenir el desgaste prematuro de las piezas móviles; reduciendo el rozamiento y protegiendo los elementos contra la corrosión. Solo así podrá regularse y controlar la mezcla de aire-aceite dentro del fluido. 

Aceite para Cajas de Transmisiones Automáticas

Los lubricantes que se utilizan en cajas de transmisión automática deben tener cualidades de reducción de fricción para prevenir el desgaste que ocasiona el uso constante del vehículo. Al mismo tiempo, debe permitir un cierto nivel de fricción para que los materiales de las bandas y embragues se enganchen suavemente sin que ocurra un desgaste prematuro. Este lubricante tiene dentro de sus compuestos aditivos que, gracias a su viscosidad, ayuda a mantener el fluido adecuado en un amplio rango de temperaturas.

A su vez, una de las principales características de estos aceites radica en ayudar a lubricar la caja de velocidades y, a su vez, refrigerarlas, ya que al disminuir la fricción se logra que la temperatura de la caja de transmisión baje considerablemente. Por lo tanto, los aditivos de este tipo de lubricante deben poder operar a temperaturas extremas y mantener un rendimiento constante durante períodos prolongados.

Y es que entre las principales características que se busca en este tipo de lubricantes radica en su capacidad de resistencia al calor y la estabilidad térmica que ayuda a evitar que se formen depósitos y sedimentos debido a las altas temperaturas de la transmisión. Y es que el rendimiento de la carga extrema garantiza durabilidad anti desgaste y de los engranajes. Por lo tanto, ¿cada cuánto debería cambiarse el lubricante en los vehículos? Pues eso podría variar en función del tipo de vehículo, pues se requerirá un fluido para transmisión automático específico para garantizar el rendimiento y la protección de la transmisión adecuados.