Aceite para procesos alimenticios

Los lubricantes que se utilizan en la industria alimenticia requieren una serie de normas y lineamientos para poder utilizarse dentro de estos procesos. Y es que los desafíos que presenta la industria alimenticia solicitan lubricantes que no contaminen los alimentos, las materias primas, los procesos de trabajo y el producto terminado. Por lo cual, estos deben cumplir una serie de protocolos, colmar las expectativas de rendimiento y funcionar mejor que los lubricantes industriales típicos.

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Del mismo modo, los procesos alimenticios a gran escala requieren distintas maquinarias, tales como: mezcladores, tanques, tuberías, mangueras, cadenas, bombas, bandas transportadoras, etc. Por lo tanto, los lubricantes deben ofrecer una protección a las superficies internas y externas para controlar la fricción, el desgaste, la corrosión, el calor y la formación de residuos. Como también, deben ofrecer una buena bombeabilidad, estabilidad a la hidrólisis y estabilidad térmica. Adicionalmente, se requiere que el lubricante resista la degradación cuando esté en contacto con productos alimenticios, ciertos químicos de proceso, agua (incluyendo vapor) y bacterias.

Por su parte, es común la utilización de lubricantes H3 dentro de las prácticas en los procesos alimenticios. Los lubricantes H3, también conocidos como aceites solubles o comestibles, son utilizados para limpiar y prevenir la herrumbre en ganchos, transportadoras y equipos similares; tal y como hace cualquier otro tipo de lubricante industrial. No obstante, los hechos que lo distancian de los otros lubricantes son sus propiedades solubles para este tipo de máquinas. Y es que estos pueden tener contacto directo con los alimentos sin ningún inconveniente; logrando un lubricante totalmente apto para este tipo de actividades.

Aceites para máquinas de coser

El uso de lubricantes especiales en la industria textil ayuda a aumentar el tiempo de vida de las máquinas: optimizando su funcionamiento y reduciendo el poder de fricción y desgaste de sus piezas; por lo tanto, es de gran importancia elegir un lubricante adecuado para este tipo de maquinaria. Ya que usar otro tipo de lubricante puede hacer que el tiempo de vida de la máquina se acorte.

La elección del aceite se basará, principalmente, en exigencias técnicas y de funcionamiento. Pues existen distintos lubricantes en la industria textil para diferentes usos, tales como: lubricantes para máquinas de hilar fibras químicas, lubricantes de máquinas para la hilatura, lubricantes para el proceso de fibras químicas, etc. También es importante mencionar que los lubricantes requieren tener propiedades de fricción y que no decoloren la tela. Así, maximizan el funcionamiento y productividad de las mismas.

Del mismo modo, los lubricantes utilizados en maquinarias textiles cumplen con las funciones básicas de cualquier lubricante: reducir la fricción en los elementos de frotamiento, reducción del desgaste de los mecanismos, protección del polvo de las piezas, evitar la aparición de óxido. A su vez, los aceites para máquinas de coser se caracterizan por tener un sistema lubricante de goteo o un lubricante «seco», en el que todas las partes de la maquinaria se rellenan por aceite y se lubrican a lo largo del sistema de lubricación en el que las piezas y mecanismos principales de combustible estarán hechos de materiales especiales con un coeficiente de fricción reducido y que serán lubricados por una sustancia especial de aditivos.

Aceite para sistemas hidráulicos

Los aceites utilizados para sistemas hidráulicos son lubricantes elaborados a partir de un aceite base y una serie de aditivos que convierten al lubricante en un aceite apropiado para este tipo de maquinaria. La principal función de este aceite radica en transmitir la energía hidráulica que se produce dentro del motor al resto de componentes del sistema hidráulico. A su vez, este tipo de aceite cumple otras funciones que lo convierten en una pieza muy importante para el funcionamiento de las maquinarias de la industria agroindustrial, tales como: disipación del calor, protección anticorrosiva, lubricación de las piezas móviles, limpieza del mecanismo, enfriamiento, etc.

Hay tres propiedades esenciales que hay que tener en cuenta al elegir un aceite ideal para sistemas hidráulicos: que tenga un bajo o alto índice de viscosidad, con o sin detergente y con o sin antidesgaste. Así mismo, gracias a las propiedades que son producidas por los aditivos de su compuesto, permite a los operarios controlar los sistemas vitales de las maquinarias y garantiza el correcto funcionamiento de los frenos hidráulicos de los tractores y otras maquinarias agrícolas.

Y es que gran parte de los equipos de las industrias agroindustriales están destinados a trabajar en condiciones extremas, con una mayor exigencia de precisión, rapidez y productividad. Por lo que, en dichas condiciones, el uso del aceite correcto se vuelve indispensable, ya que se encargará de evitar la fricción entre las piezas móviles de los sistemas hidráulicos, alargando su vida y mejorando su rendimiento.

Aceite dieléctrico

Los aceites dieléctricos son lubricantes que tienen propiedades que transmiten y aíslan la electricidad; por lo que resultan funcionales en tipos de maquinaria que tienen una capacidad de alto voltaje, tales como: balastros de lámparas fluorescentes, transformadores llenos de aceite, condensadores de alto voltaje, interruptores automáticos y de circuito. Estos lubricantes están hechos con bases minerales que, gracias a sus propiedades químicas y que están elaborados con aceites básicos hidrogenados, tienen una alta resistencia al paso de la corriente eléctrica y la oxidación. A su vez, adquieren una buena propiedad refrigerante debido a su baja viscosidad, que facilita la transferencia del calor generado por la maquinaria.

Como todo instrumento que se utiliza constantemente, es necesario realizar un cambio de lubricante como parte del mantenimiento que se le da a la maquinaria para minimizar los daños y para que no se genere un corto circuito; sobre todo, en las bóvedas de un transformador o condensador de alto voltaje donde existe una gran carga eléctrica. Y es que, durante los incrementos del voltaje, la temperatura de las bobinas de los transformadores aumenta constantemente, por lo que el lubricante para transformador y condensadores logra una función anticongelante pues reduce la temperatura y permite un funcionamiento adecuado; dentro del rango necesario para que no haya daños.

Del mismo modo, tiene una alta estabilidad a la oxidación. Ya que sus compuestos han sido desarrollados para ofrecer una buena resistencia a la degradación; este grado también proporciona una buena estabilidad de oxidación para una vida útil mejorada del transformador y un mantenimiento mínimo.

Aceite aditivo

Los aceites lubricantes tienen dos funciones: lubricar las piezas móviles para reducir la fricción en los motores, y eliminar elementos que puedan causar corrosión u óxido dentro del mismo. Por su parte, los aditivos son sustancias que mejoran y maximizan los beneficios de los aceites lubricantes. Cada cierto tiempo, los lubricantes requieren de ayuda para realizar estas tareas, y es ahí cuándo los aditivos para aceite resultan útiles, pues extienden los límites propios del lubricante.

Los aditivos contienen elementos detergentes que contribuyen a disolver las acumulaciones de lodo y suciedad en el motor que suele provocar el uso cotidiano. También, protegen las piezas metálicas de la corrosión y el desgaste, como lo hace un aceite lubricante base, pero en un grado mayor. A su vez, tienen componentes que adhieren una capa de lubricante y aditivo sobre las piezas. Y es que utilizar un aditivo, complementará los beneficios del lubricante base y, por supuesto, del motor; además de proveer muchos otros beneficios.

Desde cajas de engranajes a mecanismos de transmisión, los aceites aditivos mejoran la eficiencia operativa de la maquinaria en la que es utilizada: alargando la vida del motor, minimizando su desgaste, ayudando en el ahorro de aceites base y menguando el ruido que pueda estar haciendo por su uso diario. Y es que, debido al avance tecnológico en la industria automotriz, algunos aditivos se encuentren dentro de la fórmula del lubricante que ya está usando el motor, que servirá perfectamente en caso de que se opere en condiciones normales.

Protección herramientas de corte

Las máquinas utilizadas en herramientas de corte suelen trabajar a altas presiones y revoluciones, que hacen que las temperaturas en las aristas sean extremas. Por lo tanto, las propiedades que se buscan en estos lubricantes se basan en su capacidad de mantener la pieza de trabajo en una temperatura estable. Y es que estos aceites son preparados especialmente para este tipo de maquinaria, pues han sido adaptados para proteger a las herramientas del desgaste constante que ocasionan los cambios de temperatura y la alta presión ejercida en el punto de corte.

El éxito de este aceite radica en el uso de materias primas de primera calidad utilizadas en la mezcla, y la proporción de los aditivos de su compuesto. Pues gracias a los aceites base de gran pureza que han sido mezclados con aditivos especiales, proporcionan una lubricación perfectamente equilibrada en el proceso de rectificado. Mejorando las condiciones físicas y químicas del área de contacto entre las piezas metálicas, alargando la vida de las herramientas y reduciendo la fricción. A su vez, cumple una labor refrigerante, evitando el sobrecalentamiento de las herramientas y las superficies sobre las que ellas operan.

Así mismo, el lubricante sirve contra la corrosión que oxidan las piezas y las máquinas. Y mantiene una eficacia sobresaliente en todas las herramientas de corte y en todos los metales; incluso en metales duros como el acero inoxidable. También, aumenta el rendimiento de corte, mejora su productividad, tiene un alto punto de inflamación y logra una menor formación de vapores y neblinas.

Lubricación automotriz

Los lubricantes de motor son aceites hechos a base de un aceite base y un aditivo que engrasan al motor y ayudan a reducir la fricción del mismo. No obstante, estos lubricantes hacen mucho más que sólo engrasar, pues son los responsables de proteger el motor contra el desgaste por su uso constante; además, mejora su rendimiento, brindando una protección completa a todas las piezas móviles.

Y es que las piezas internas del motor también pueden estar sujetas a oxidación y corrosión por diversos factores. Por lo que un buen lubricante automotriz puede ayudar a la inhibición del óxido y la corrosión de sus superficies metálicas. Asimismo, un adecuado índice de viscosidad es esencial para verificar la calidad del lubricante. El índice de viscosidad mide la capacidad de un aceite de resistir cambios al presentar variaciones de temperatura. Por lo tanto, mientras más alta sea la viscosidad del aceite, mayor recubrimiento y protección brindará contra el desgaste de las piezas del motor.

Entre los principales beneficios de usar un buen lubricante automotriz están: separar y lubricar las partes móviles, reducir el desgaste de las piezas, aumentar su tiempo de vida, ayudar a evitar que se formen depósitos en las piezas internas, quitar y mantener suspendidos en el aceite la suciedad y los contaminantes que se dan por el uso constante, incrementar el ahorro de combustible, regularizar la temperatura del motor, proporcionar protección durante su tiempo de uso, realizar funciones hidráulicas en la sincronización variable de válvulas, ayudar a proteger el sistema de emisiones.

Aceites para aflojar

Los aceites para aflojar, o, comúnmente llamados, lubricantes aflojatodo, son aceites que penetran hondamente en las piezas para liberarlas. Además, contienen propiedades de limpieza que lubrican, limpian y extraen la suciedad presente en estas. También es perfecto para eliminar grasa, suciedad incrustada y otras marcas en la mayoría de las superficies. Y es que una constante y adecuada utilización de este lubricante, ayudará a reducir el desgaste y los costes de mantenimiento en herramientas y maquinarias.

Su capacidad de penetrar en zonas de difícil acceso, le permite liberar piezas metálicas que han sido bloqueadas por el óxido, la corrosión, grasa o incluso la suciedad. Del mismo modo, sus cualidades permiten el desmontaje de piezas metálicas, ensamblajes, bisagras, cerraduras, etc. Aunque su utilización se dé mayoritariamente en tuercas y tornillos que se encuentran oxidados por el paso del tiempo; protegiendo las superficies de metal con ingredientes resistentes a la corrosión que formarán un escudo contra la humedad y otros agentes que motivan la oxidación.

Al ser capaz de ablandar el óxido, permite limpiar superficies con tan solo un poco de fricción, devolviendo a las piezas su aspecto, funcionalidad y rendimiento original. Y es que, para poder penetrar eficazmente a través de zonas estrechas, el producto deberá tener una viscosidad baja, para que las partículas líquidas puedan moverse libremente y avancen por los espacios más estrechos; aflojando la unión del metal con el óxido y desbloqueando las piezas de metal atascadas, congeladas u oxidadas. A su vez, este lubricante también disolverá los adhesivos, permitiendo retirar fácilmente etiquetas y cinta adhesiva.

Aceite antiestático

El aceite antiestático es un lubricante utilizado en el proceso de lavado de fibra, logrando un efecto preponderante y definiendo la suavidad de la misma. Este lubricante es de color transparente y tiene una alta estabilidad química y antiestática; y fue hecho con el fin de cumplir con los requerimientos exigidos por la industria textil. Posee aditivos antidesgaste, antiespumantes y agentes que previenen la formación de herrumbre. A su vez, viene en diferentes tipos de viscosidad dependiendo la aplicación y su uso. También tiene compuestos especiales que le permite ser removido fácilmente de las telas en el proceso de lavado.

Los agentes antiestáticos del lubricante tienen como objetivo reducir, amortiguar e inhibir la fricción entre fibras y metales. Al mismo tiempo, minimizan el salpicado y pérdida de aceite debido a su mayor viscosidad, lo que permiten neutralizar las cargas eléctricas, logrando aminorar la carga entre fibras y metales. La construcción antiestática previene los daños a los elementos filtrantes, la carcasa o los fluidos a causa de las descargas estáticas. También puede ser utilizado para ensimaje de peinaje, trituración y emborrado.

Además, proporciona menores costos por mantenimiento, previene el desgaste prematuro de los husos y disminuye la periodicidad de los cambios. Por lo que se recomienda para la lubricación general de maquinaria textil tales como: máquinas de tejido plano, bobinadoras para cuerdas de cordones planos y redondos, máquinas cargadoras, urdidoras, fileteadoras, trenzadoras, enconadoras, devanadoras, maquinas empaquetadoras, maquinas circulares de hilo de punto y calcetería, máquinas de coser sacos de papel, máquinas de confección, también en texturizado de fibras textiles, etc.