Los aceites utilizados para sistemas hidráulicos son lubricantes elaborados a partir de un aceite base y una serie de aditivos que convierten al lubricante en un aceite apropiado para este tipo de maquinaria. La principal función de este aceite radica en transmitir la energía hidráulica que se produce dentro del motor al resto de componentes del sistema hidráulico. A su vez, este tipo de aceite cumple otras funciones que lo convierten en una pieza muy importante para el funcionamiento de las maquinarias de la industria agroindustrial, tales como: disipación del calor, protección anticorrosiva, lubricación de las piezas móviles, limpieza del mecanismo, enfriamiento, etc.
Hay tres propiedades esenciales que hay que tener en cuenta al elegir un aceite ideal para sistemas hidráulicos: que tenga un bajo o alto índice de viscosidad, con o sin detergente y con o sin antidesgaste. Así mismo, gracias a las propiedades que son producidas por los aditivos de su compuesto, permite a los operarios controlar los sistemas vitales de las maquinarias y garantiza el correcto funcionamiento de los frenos hidráulicos de los tractores y otras maquinarias agrícolas.
Y es que gran parte de los equipos de las industrias agroindustriales están destinados a trabajar en condiciones extremas, con una mayor exigencia de precisión, rapidez y productividad. Por lo que, en dichas condiciones, el uso del aceite correcto se vuelve indispensable, ya que se encargará de evitar la fricción entre las piezas móviles de los sistemas hidráulicos, alargando su vida y mejorando su rendimiento.