Las grasas que se utilizan para herramientas de corte son lubricantes usados en industrias procesadoras de alimentos, medicamentos y textiles. Es decir, industrias donde las maquinarias y herramientas pueden estar en contacto con el producto. Estas grasas lubricadoras son ideales porque contienen aditivos de no toxicidad, ideales para las herramientas que se utilizan en este tipo de industrias y que están en constante contacto con el producto; y es que los aditivos presentes en este lubricante también generan una protección extra ante la presencia de bacterias y hongos.
Del mismo modo, los aditivos con los que está compuesto lo protegen contra el desgaste por las altas y bajas temperaturas, alargando la vida de las herramientas incluso ante la exposición de las altas presiones ejercidas en el trabajo. A su vez, posee un compuesto en sus aditivos que son anticorrosión, y que protege las piezas móviles e inertes contra el óxido y la exposición al agua y la humedad. Y es que esta grasa también contiene aditivos que lo hace resistente a aguas saladas y dulces, lo que provoca una acción diluyente ante la presencia de la misma. Así mismo, tiene una resistencia al lavado pues resiste el desplazamiento ante un choque directo del agua sobre la superficie engrasada. En síntesis, la utilización de esta grasa puede ser muy beneficiosa para reducir el riesgo de contaminación, así como mejorar las condiciones generales de lubricación de las herramientas.
Las máquinas utilizadas en herramientas de corte suelen trabajar a altas presiones y revoluciones, que hacen que las temperaturas en las aristas sean extremas. Por lo tanto, las propiedades que se buscan en estos lubricantes se basan en su capacidad de mantener la pieza de trabajo en una temperatura estable. Y es que estos aceites son preparados especialmente para este tipo de maquinaria, pues han sido adaptados para proteger a las herramientas del desgaste constante que ocasionan los cambios de temperatura y la alta presión ejercida en el punto de corte.
El éxito de este aceite radica en el uso de materias primas de primera calidad utilizadas en la mezcla, y la proporción de los aditivos de su compuesto. Pues gracias a los aceites base de gran pureza que han sido mezclados con aditivos especiales, proporcionan una lubricación perfectamente equilibrada en el proceso de rectificado. Mejorando las condiciones físicas y químicas del área de contacto entre las piezas metálicas, alargando la vida de las herramientas y reduciendo la fricción. A su vez, cumple una labor refrigerante, evitando el sobrecalentamiento de las herramientas y las superficies sobre las que ellas operan.
Así mismo, el lubricante sirve contra la corrosión que oxidan las piezas y las máquinas. Y mantiene una eficacia sobresaliente en todas las herramientas de corte y en todos los metales; incluso en metales duros como el acero inoxidable. También, aumenta el rendimiento de corte, mejora su productividad, tiene un alto punto de inflamación y logra una menor formación de vapores y neblinas.