Desengrasantes

Los desengrasantes han sido elaborados para eliminar la suciedad y la grasa presente que pueda dificultar las actividades cotidianas de un motor. Y es que es de sumo cuidado evitar que éstas se acumulen dentro de las piezas porque pueden ocasionar un sobrecalentamiento, fallas, e incluso, acortar la vida útil del mismo.

Y es que entre las principales funciones del desengrasante está su capacidad de ayudar al mantenimiento del motor. Esto gracias a que no afecta a los componentes eléctricos del mismo, por lo que es seguro su utilización en cualquier superficie de las piezas. Al mismo tiempo, elimina grasa acumulada en las mangueras y repele el polvo con una capa protectora antiestática.

Estos desengrasantes pueden ser formulados mediante sustancias naturales y artificiales, con el propósito de remover los aceites y grasas mediante reacciones químicas. Algunos, están elaborados con una fórmula a base de disolvente que facilita la limpieza de aceites y grasas debido a la acción química del mismo. No obstante, también existen los desengrasantes con una fórmula alcalina a base de agua, que genera un proceso emulsionante, de tal manera que las moléculas del desengrasante a base de agua actúan sobre las moléculas de aceite o grasa, provocando que se desprendan fácilmente de la superficie.

Su utilización es muy común pues sirve como un poderoso y rápido removedor de costras orgánicas de aceite, grasa, lodo, y carbón. Como también, es ideal para la limpieza de cadenas, rodamientos y en general todos los componentes mecánicos qué después de una limpieza inspección, pueden quedar expuestos a la oxidación.

Grasas para Motores

Los motores requieren el uso de grasas especiales que puedan satisfacer los requerimientos de la maquinaria y mantenerla en buenas condiciones: alargando su tiempo de vida y disminuyendo su tiempo de mantenimiento. Por lo que un aceite especialmente diseñado para este tipo de maquinaria será el encargado de mantener el motor correctamente lubricado y en un rango de temperaturas óptimo para su funcionamiento. Por esta razón, es fundamental llevar a cabo un correcto mantenimiento y cambiar el aceite tras un kilometraje marcado por el fabricante del coche o, en su defecto, tras su uso constante.

Este lubricante está desarrollado con una viscosidad multigrado que puede utilizarse en un amplio rango de temperaturas. Y es que estos lubricantes se fabrican partiendo de una base que puede ser un aceite mineral o sintético, a la que se añaden unos aditivos que confieren al aceite las propiedades específicas para el tipo de servicio a que vaya ser destinado.

La variedad de aditivos en su compuesto optimiza el trabajo del motor dentro de su operacionalidad diaria. Sus polímeros de elevado peso molecular, cuya función es proporcionar una viscosidad adecuada al lubricante para un amplio rango de temperaturas de trabajo, ayuda a mantener el motor en óptimas condiciones. Sus aditivos anti herrumbre lo mantienen alejado de la oxidación.

Entre sus principales objetivos están las de: limitar o reducir el deterioro del motor durante su servicio, mejorar la protección de la superficie lubricada y mejorar las propiedades físico-químicas del motor para su óptimo funcionamiento.

Aceites para Sistemas Hidráulicos (Maquinarías Planta Industrial)

Los aceites que se utilizan como lubricantes para los sistemas hidráulicos deben cumplir con ciertas exigencias para optimizar el funcionamiento de este tipo de maquinaria. Estos aceites han sido elaboradas a partir de un aceite base, mezclado con aditivos que le ayudan a disipar el calor; enfriando y limpiando las piezas del sistema hidráulico. Así mismo, brinda protección ante la corrosión que puedan originar las condiciones ambientales de trabajo y el uso constante de su funcionamiento.

Estos lubricantes son empleados en sistemas hidráulicos industriales y en maquinaria pesada pues han sido elaborados, específicamente, para este tipo de trabajo industrial. Y es que su principal función es transmitir la energía hidráulica que se genera dentro del motor al resto de componentes del sistema hidráulico. Transmitiendo esta potencia hidráulica, las piezas podrán funcionar correctamente pues estarán limpias y lubricadas; optimizando su funcionamiento y alargando la vida de las piezas. No obstante, aunque su principal función radique en transmitir potencia hidráulica dentro de un mecanismo, este aceite también cumple otras funciones que lo convierten en una pieza fundamental para el funcionamiento de los equipos de la industria hidráulica, entre estas están: protección anticorrosiva, limpieza del mecanismo, lubricación de las piezas móviles y disipación del calor generado.

Las características que se deberían tener en cuenta al momento de seleccionar un aceite hidráulico radica en la buena viscosidad del lubricante con un excelente indice de viscosidad ya que esto le permitirá desplazarse debidamente por las piezas hidráulicas. Del mismo modo, las propiedades anticorrosivas, el punto de inflamación, la capacidad de filtración y su compresibilidad son esenciales para tener la maquinaria en óptimas condiciones.

Grasas para Rodamientos, Chumaceras y Chasis

Los lubricantes especialmente diseñados para rodamientos, chumaceras y chasis son grasas que tienen una buena resistencia al choque debido a las condiciones donde operan. Y es que, gracias a los aditivos presentes en el lubricante pueden soportar altas presiones y cargas extremas que facilitan la movilidad de las piezas durante el trabajo. Es necesario que la grasa resista a la fricción constante que se genera por la alta velocidad de las piezas durante su funcionamiento, por lo que el lubricante debe tener una alta versatilidad y un alto rendimiento en condiciones extremas.

Es una característica de estos lubricantes tener una defensa contra contaminaciones por fluidos ambientales o material propio de cada industria usado en su producción. Del mismo modo, este lubricante no tiene punto de goteo, lo que facilita su uso y lo protege contra el agua u otras sustancias que motivan la corrosión en la maquinaria. Y, como todo lubricante, logra proteger las piezas contra el desgaste, las cargas de impacto y tiene una peculiar resistencia a contaminantes del ambiente como polvo, humedad, etc. A su vez, los aditivos complementan la capacidad lubricadora del aceite base y mejoran sus características; dándole protección anti desgaste y una prevención especial contra la herrumbre.

Del mismo modo, debido al uso de este tipo de piezas en industrias alimenticias o farmacéuticas, contiene características de no toxicidad, que le da un color transparente y una textura cremosa. Y que la convierte en una grasa ideal para aplicaciones dónde podría haber riesgo de contacto con la piel del operario.

Grasas para piñoneria

Las grasas que se utilizan en piñoneria se caracterizan por tener una excelente lubricación, una buena resistencia al agua y por tener una capacidad para soportar altas presiones. Ya sea que se utilicen en engranajes de alta o baja velocidad, éstas tendrán un funcionamiento óptimo debido a su consistencia sólida o semisólida. Del mismo modo, es importante la utilización de grasas en las maquinarias industriales pues permite una mayor lubricación entre los dientes del engranaje. Y es que una maquinaría que utilice frecuentemente una grasa que lubrique sus piezas, se caracterizará por una estabilidad mecánica excepcional, un alto punto de goteo, un gran rendimiento de carga, desgaste reducido, y una resistencia a la corrosión.

Dentro de su fabricación, las grasas suelen hacerse con tres componentes principales: aceite base, aceite espesante y los aditivos. Las grasas para piñonería son aceites pensados para engranajes industriales; sobre todo, en engranajes de tipo hipoides, que son máquinas que tienen muchos dientes en las ruedas y que trabajan junto a piñones de pocos dientes. Y es que la grasa despliega una película líquida hidrodinámica entre las zonas del engranaje. Esta capa altamente micronizada proporciona una mínima fricción para los dientes de piñones y engranajes y la protege en condiciones de cargas extremas.

La principal preocupación al seleccionar la grasa debe ser que todos los componentes y la grasa misma estén alineados con los requerimientos de la máquina. Una vez balanceados los requisitos, puede estar seguro de haber seleccionado el lubricante óptimo para la aplicación.

Aceites para guías, cadenas y bujes

El desgaste por el uso constante de las guías, el buje y las cadenas requieren el uso de un lubricante que se adapte a sus necesidades. Y es que estos lubricantes se caracterizan por tener una serie de aditivos de presión extrema que se ajustan correctamente a las ruedas dentadas para que exista una sincronización correcta. Proporcionando una protección excepcional e incrementando significativamente la vida útil de las piezas.

Por su parte, los lubricantes especialmente pensados para guías, tienen una serie de compuestos que son especiales pues están pensados para guías de todo tipo: horizontales y verticales. Y que servirán para engranar productos industriales en general. Es por esto que la principal cualidad de este tipo de aceites es evitar las salpicaduras, lo que hace el trabajo más limpio y seguro. Para ello, esta gama deberá llevar incorporada unos aditivos que le dotan de más adherencia y presión para que puedan funcionar debidamente en estas piezas.

Del mismo modo, loslubricantes para cadenas deben ser de una alta calidad para que logre penetrar entre el espacio libre de la cadena y los casquillos para proporcionar una lubricación eficaz, teniendo en cuenta que el nivel de adherencia y de trabajo necesario no es tan elevado como el que se utiliza para las guías. Ya que estos aceites han sido pensados para el ámbito industrial, deberán trabajar en superficies de altas temperaturas. Por lo que deberán lograr una rápida penetración sin dejar residuos pegajosos. Así mismo, no deberán acumular polvo ni suciedad en las cadenas para que su vida útil pueda alargarse.

Aceites para el Proceso de templado de Metales

Los aceites que se utilizan en el proceso de templado de metales son lubricantes especialmente diseñados y que contienen aditivos que ayudan al proceso de endurecimiento, templado y demás procesos de tratamiento térmico. Por lo que se conoce con este nombre a los lubricantes que ayudan a regular la temperatura en el proceso de endurecimiento de los metales. 

Principalmente, los lubricantes de temple tienen dos funciones principales: facilitar el endurecimiento del acero por medio de la transferencia de calor durante el enfriamiento y mejorar la humectación del acero para minimizar la formación de gradientes térmicos que puedan conducir a un aumento de la distorsión y el agrietamiento. Del mismo modo, un buen lubricante para templado de metales debe tener entre sus principales características reguladoras: la velocidad de enfriamiento, conductividad térmica, viscosidad y contenido de agua. Por otra parte, otras características igual de importantes son las que permiten el funcionamiento de un fluido, e incluyen su temperatura reguladora, el punto de fluidez y el punto de inflamación.

Así mismo, estos lubricantes se han fabricado con una serie de características que añaden versatilidad y funcionalidad. Entre ellas se encuentran las características de biodegradabilidad, baja formación de espuma y desplazamiento de agua. Y es que, al estar hechos a partir de bases lubricantes parafínicas altamente refinadas, le otorga resistencia a la degradación por fraccionamiento térmico, oxidación por las altas temperaturas y permite un templado que no afecta la estructura del acero. Por lo tanto, al momento de seleccionar un buen lubricante de temple, los compradores deben tener en cuenta la química, las propiedades y las características del fluido que se necesitan para la aplicación.